REFLEXIÓN para el 21-12-2012
Por Enrique Salazar
Antes de otra cosa, vamos a comenzar hablando acerca de la “resonancia”, para saber qué es usemos un ejemplo.
Imagina que tienes en tu casa una linda guitarra acústica, y en otra recámara de tu casa hay otra guitarra igual. Un miembro de tu familia llega con la primer guitarra y rasga una cuerda. Y casi al instante escuchas la otra guitarra sonar desde la recámara del fondo. ¿Qué pasó?.
Hubo una resonancia.
En la primer guitarra, la cuerda que fue rasgada o tocada posee un diámetro X, está hecha de X material con un grado de tensión que la hizo vibrar. Al ser activada el sonido viaja por el aire y se encuentra con la segunda guitarra, donde hay otra cuerda hecha del mismo material, con el mismo diámetro y tensionada de la misma manera, la vibración del sonido resuena en ella y provoca que la segunda guitarra toque la misma nota... ¿Me expliqué?
Ahora imagina que cada una de nosotros somos una cuerda y que “resonamos” según nuestra forma de vibrar. Creamos realidad según nuestra vibra viaja por el tiempo-espacio haciéndonos resonar y creando lo que queremos... y lo que no queremos.
Nuestra forma de resonar lo aprendimos desde niños e incluso desde antes de nacer.
Por ejemplo el caso de la niña que crece con un padre alcohólico y golpeador, la niña ve cómo su madre sufre y padece con un esposo que daña y lastima. Cuando la niña usa su razonamiento dice para si misma: “Yo nunca me casaré con alguien como mi papá”.
El tiempo pasa, la niña estudia y alcanza éxito. Un día se enamora y contrae matrimonio... Y el sujeto es alcohólico y golpeador. Su vibración hizo resonancia en el tiempo-espacio hasta que cristalizó para ella una realidad que vibraba desde niña. ¿Te hizo recordar algo?.
Es igual con el niño que crece y ve en su familia la escasez, escucha con mucha frecuencia “no hay dinero”, “estamos pobres”, “no alcanza el salario”, etc. Un día el niño crece y dice: “Yo no seré pobre”.
El tiempo pasa y el niño alcanza el éxito y riqueza. Pero es extremadamente avaro, vive quejándose que “el dinero no alcanza” y a pesar que vive con los recursos económicos suficientes, él vive una realidad de pobreza y escases.
¿Cuál es tu resonancia?
Observa qué es lo que has atraído a tu vida, bueno o malo, tú hiciste resonancia y ahora está en tu realidad.
Ahora nos vamos más a lo “macro”.
Nuestro sistema solar tiene su resonancia. En el centro de nuestros sistema solar existe un “sol negro” como lo veían los Mayas. En el lenguaje científico es un agujero negro. Ahora imaginemos que este sol negro es una cuerda de guitarra. Según “resuene” este sol, así hará resonancia en nuestro sol y por lo tanto así resonará en nuestro planeta.
Para los Mayas el sol negro es el “corazón” de nuestra galaxia. Asi lo veían. Y como corazón, sus latidos nutren de vida y de energía a la galaxia, tal como lo hace el corazón del ser humano. Pues cada latido de ese corazón galáctico tiene un ritmo de 12 mil años. Su actividad comenzó en 1992 y el 21 de diciembre del 2012 esa energía llegará plenamente. Basta recordar que los Mayas sabían que entre 1992 hasta el 2012 sería el margen para que el latido del sol negro llegara con plenitud a la tierra, asi que esos 20 años los llamaron “los días del no tiempo”.
Además que la vibración del latido llegará, se dará una alineación exacta entre el sol negro del centro de la galaxia y nuestro sol amarillo. La resonancia será exquisita y muy fuerte.
Pero... ¿Qué pasará?,¿qué nos sucederá?....
Eso depende de nosotros.
Esta resonancia nos deja como un lienzo en blanco, y en ese lienzo podrás plasmar lo que quieras... o lo que resuenas. Si resuenas en el miedo, lo mismo atraerás. Si resuenas en amor, más amor manifestarás.
Esto nos hace responsables de nuestra realidad.
El corazón de nuestra galaxia tiene frecuencias vibratorias altas y armónicas. Llega a nuestra sol y lo hace vibrar o resonar igual, ahora esta frecuencia tan reforzada llega a nuestro planeta e imaginemos que nuestra resonancia es de miedo, de dolor, de ira... ¿Resultado? caos, desastres y calamidades. Las frecuencias solares que son fuertes y armónicas chocan con las nuestras y para “limpiar” tales frecuencias mundanas es necesario limpiar de golpe y porrazo... Pero podría no ser asi.
Ahora, si nos hacemos responsables y comenzamos a vigilar nuestra forma de resonar, al recibir estas frecuencias solares nuestra realidad se moldeará y será muy alejada del caos y del desastre.
Es cierto, los Mayas dejaron profecías poco alentadoras, pero como todas las profecías pueden ser cambiadas. Una profecía es una advertencia, y si hacemos caso a las advertencias nos evitamos que sucedan cosas desagradables.
Los Mayas fueron claros: Si no cambiamos nuestra frecuencia, nuestro ajuste sería duro.
La frecuencia que más nos dañaría es el miedo.
El miedo es la resonancia que nos atraería el desastre en nuestras vidas. Y desafortunadamente los medios de comunicación contribuyen mucho a la propagación del miedo. Por ello muchas personas resuenan en el miedo y se crea una reacción en cadena.
Si permaneces consciente de ti mismo no te engancharás al miedo.
Medita
Practica las respiraciones conscientes y profundas
Practica rituales de armonía y amor
Asi resonarás y atraerás armonía y amor.
Afortunadamente somos más quienes hemos decidido resonar de forma armónica porque nos gusta y si nos sumamos más podemos provocar un “ajuste” solar de forma armónica y productiva.
Si nuestra forma de resonar se modifica, cuando la alienación llegue, entonces podemos plasmar en ese lienzo en blanco una obra de arte.
Deja de tener miedo, deja de poner tu atención al miedo, deja de alimentar a los miedos. Asi te darás cuenta que es más fácil resonar en el amor, asi es.
La responsabilidad es nuestra.
Es la hora en que tú asumas tu propia esencia, resuenes en amor-armonía y así serás el creador de una nueva forma de vivir y de ser. De ser UNO que manifiesta al UNO. 1=1=11
Es lo que nos dice la fecha del 21-12-2012
2+1+1+2+2+0+1+2=11
Mi abrazo y mi cariño.
Enrique Salazar
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