Se acerca el fin del mundo. ¿Quién está preparado?
El título parece apocalíptico, sin embargo puede no serlo tanto. Todo depende de lo que hagamos, de que formas de pensar, sentir y vivir adoptemos, como individuos y como sociedad.
La catástrofe climática y la degradación social y ambiental en las que nos estamos acostumbrando a vivir, van camino a un desenlace final. El mundo no puede continuar así durante mucho tiempo mas. Eso está a la vista de quienes lo quieran ver y continuará oculto para los necios que siguen viviendo sus vidas como si nada sucediera. Para los que prefieren no ver y vivir una vida mas cómoda, descomprometida y egoísta. Pero también seguirá tratando de ocultarse para quienes tienen un dificultoso acceso a la información.
El fin del mundo no será de un día para el otro, tampoco en unos pocos meses, aunque seguramente si, en unos pocos años. Ni siquiera será “El Fin del Mundo”. No habrá una gran explosión, ni una súbita glaciación, ni nos quedaremos repentinamente sin oxígeno o agua. No moriremos todos juntos ni congelados, ni calcinados. No se terminará de golpe toda especie de vida en la Tierra, pero el cambio esta sucediendo y será muy grande.
El fin del mundo será simplemente el fin de una era y el comienzo de otra. Tanto para el planeta, como para las especies que lo habitamos.
Hace menos de mil años (casi nada en los tiempos de la humanidad) estábamos convencidos de que la Tierra era el centro del Universo y todo giraba alrededor nuestro. Hasta que descubrimos que el verdadero centro era nuestro Sol. Pero tampoco era así, ni siquiera nuestra Galaxia lo era. Y fuimos cayendo en la pirámide hasta lo mas bajo. Una especie mas, en un simple planeta mas, girando alrededor de una de miles de millones de estrellas, que gira alrededor de una galaxia de mas de miles y miles, del único universo que conocemos aunque posiblemente ni siquiera sea el único que existe.
Entonces nuestro ego fue recibiendo golpe tras golpe, del centro del universo pasamos a estar cercanos a la insignificancia. Para recuperarlo nos vimos “obligados” a inventar cosas que nos hicieran sentir mas poderosos, mas importantes. Y para ello invertimos tiempo y esfuerzo, con un costo muy grande. Avanzamos mucho en las ciencias, en los conocimientos, en la física, la química, las matemáticas, pero descuidamos la organización social, el contacto con la naturaleza de la que somos parte, descuidamos las relaciones con nuestros pares y, peor aun, descuidamos nuestro interior. Y no sólo no avanzamos, sino que podría decirse que retrocedimos unos cuantos pasos.
Toda la innegable evolución que hemos tenido en las ciencias, no se ha visto reflejada ni mucho menos en una evolución interna, espiritual, moral, ética, solidaria y ese está siendo nuestro gran déficit. Nuestra materia pendiente para estar preparados para ese gran cambio que ya se ha iniciado a nivel planetario.
Mayas, Aztecas, Griegos, Egipcios, otros en el Medio Oriente y muchos otros pueblos de la antigüedad, han estado mas evolucionados que nosotros en muchos aspectos o, mejor dicho, hemos involucionado respecto de ellos en muchas áreas.
Para estar preparados para el “fin del mundo”, para el fin de esta Era y el inicio de una nueva, necesitamos reencontrarnos con la naturaleza, contactarnos con ella y nuestro prójimo, reflotar los valores mas altruistas para con todo ser vivo que habite el planeta, porque cada uno es parte necesaria para la supervivencia del otro.
Debemos estar preparados para algo totalmente desconocido, para los nuevos paradigmas que regirán el inicio de una nueva Era, donde si no hemos aprendido de los errores cometidos hasta ahora, no sobreviviremos. Pero si hemos logrado esa “evolución” podremos construir y disfrutar un mundo mucho mejor y para todos y todas.
Ricardo Natalichio
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