MENSAJE DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
Amados  hijos de Mi Corazón Inmaculado,
Mi Amor permanece latente en todos Mis hijos.
YO LES CUSTODIO CADA PASO QUE DAN  PARA HACERLE FRENTE AL MAL QUE ARDE POR LLEVARLES AL  DESPEÑADERO.
Amados
  hijos: en esta carrera de la decadencia del hombre,  gran número de 
los Míos mantienen una  supuesta y débil Fe, consolidada no en Mi Hijo, 
sino en las costumbres  populares.  Ésta es causa de la negación  hacia 
Mis Llamados. Yo les mantengo alerta para que renueven el deseo de  
mantenerse unidos a Mi Hijo, alimentándose de Su Costado, de donde nació
 Su  Pueblo.
NÚTRANSE  PENETRANDO EN LA PALABRA DIVINA, EN LOS  ANUNCIOS DE LO QUE LLEGARÁ A LA HUMANIDAD.
La vida  de tantos Santos  que les han legado Mis  Revelaciones, no debe quedar en el olvido. 
Tengan
  la certeza de que es esta generación, no otra, la que ha caído en 
manos de satanás,  preparando el camino del más grande enemigo del 
Pueblo de Mi Hijo: el anticristo. (1)
Como
  Madre, voy caminando de corazón en corazón, anunciándole a cada uno de
 Mis  hijos que el instante es de sumo peligro ante el asecho constante e
 inminente  de los enviados de satanás para que los hombres se pierdan.
El
  pecado ha existido, pero no como en este instante,  en que el hombre 
es despiadado. No se aman a  sí mismos, a sabiendas de que se acerca El 
Aviso (2) y tanto padecer que ha sido anunciado  por Mí a través de tantos Llamados.
Hijos,
NO SÓLO CON LA ORACIÓN GANAN EL  CIELO, DEBEN ENTRAR EN COMUNIÓN CON MI HIJO, DEBEN RECIBIRLE EN SU CUERPO Y SU  SANGRE.
No dejen  de lado el  confesar sus pecados y el mérito  de la enmienda. 
Sean humildes para que logren reconocer sus limitaciones y faltas, ábranse al auxilio del Espíritu Santo, que llegará a dotar de lo necesario a Mis hijos.
Sean humildes para que logren reconocer sus limitaciones y faltas, ábranse al auxilio del Espíritu Santo, que llegará a dotar de lo necesario a Mis hijos.
Amados,
  no pierdan el instante, aprovechen la bendición del conocimiento y el 
uso de la  razón, de la inteligencia, de los buenos deseos, de la 
humildad, de la caridad  e iluminación para crecer en el espíritu, y 
adéntrense acercándose a Mi Hijo. Él  se mantiene frente a cada uno de 
ustedes, esperando que el libre albedrío  humano anhele recibir el 
manjar espiritual que lleva al alma a surcar lo que aún  no conoce, 
penetrando en los umbrales en donde la criatura goza del Cielo por  
adelantado.
¡CUÁNTO HA PERDIDO EL HOMBRE AL  MANTENERSE EN LA PERIFERIA ESPIRITUAL!
Mi
 Hijo  desea una Iglesia Santa, y Ésta se ha contaminado hasta el 
hartazgo. Mis hijos  predilectos en su mayoría no alertan al Pueblo de 
Mi Hijo, que vive en la  perdición y las malas costumbres, teniendo el 
mal por bien.
Amados hijos de Mi Corazón Inmaculado,
 EL
 TERRORISMO, FLAGELO HUMANO, SE EXPANDE. MI  CORAZÓN SANGRA POR TANTAS 
VIDAS PERDIDAS, POR LA PERSECUCIÓN Y EL ODIO  COMANDADO POR EL ENEMIGO 
DEL ALMA.
La
 Naturaleza  se acerca más al hombre para que éste despierte ante tanto 
mal que le rodea y  se apodera de los Míos, los volcanes hablan al 
hombre.
Oren, amados Míos, oren el  Santo Rosario por Estados Unidos. Padecerá por el terrorismo y por la naturaleza.
Oren hijos, por Japón, será nuevamente estremecido. (*)
Oren por Colombia, padecerá.
Oren hijos, por Japón, será nuevamente estremecido. (*)
Oren por Colombia, padecerá.
Amados Míos,
Hay
 tanto  mal que rodea al hombre que éste no mira el mal, ya que convive 
con el mal y le  mira como bueno. Al Pueblo de Mi Hijo no se le ha 
advertido de la gravedad de  la soberbia humana, al no atender los 
Llamados de la Voluntad Divina.
Mi
 Hijo  ha legado a esta Madre la guía y defensa de Su Pueblo. Nuevamente
 Mi Maternidad  será la que aplaste al dragón infernal.
MANTÉNGANSE ATENTOS, LOS HORRORES  DEL INFIERNO NO DEBEN HACER PRESA DE MIS HIJOS.
No teman,  hijos, prepárense. Que no les paralice el temor ni les oprima la ignorancia. Conozcan  y reconozcan a Mi Hijo. SU BENDICIÓN ES  SOBRE TODO SU PUEBLO, CADA UNO RECIBE LO QUE DESEA.
NO
 SE ENCUENTRAN SOLOS, LA BENDICIÓN  LLEGARÁ AL PUEBLO FIEL, DESCENDERÁ 
DE LA CASA DE MI HIJO COMO AMPARO EN LOS  INSTANTES DE PRUEBA.
Amados  hijos, el que reconoce a Mi Hijo, reconocerá la Bendición.
No  teman, Yo soy Su Madre. Estoy con ustedes y les amparo.
Les  bendigo, les amo.
Mamá  María.
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