Cada vez que deseas que algo ocurra, un rayo de energía sale hacia afuera, proyectado por el poder de tus pensamientos y sentimientos.
El río fluye, el viento sopla, las flores brotan, en la Tierra todo tiene un campo magnético incluído tu propio cuerpo. El campo áurico de la energía magnética alrededor de tu cuerpo físico es lo que atrae las cosas hacia tí. El campo magnético es sólo un campo hasta que éste es cualificado por tus pensamientos, palabras y sentimientos. Es la "calidad " de tus pensamientos y sentimientos que diferencia qué tipo de cosas atraes.
Cada vez que deseas que algo ocurra, un rayo de energía sale hacia afuera, proyectado por el poder de tus pensamientos y sentimientos. Esta energía genera un campo de fuerza magnética que atrae hacia tí lo que buscas ver manifestado. La fuerza de este magnetismo depende de tu intensidad energética detrás de ella.
Por supuesto, puedes utilizar el principio de atracción para adquirir todo tipo de "cosas" a nivel material. Sin embargo, existe otro tipo de magnetismo el que se puede utilizar para influenciar positivamente a un gran número de personas. Este es el magnetismo que empodera a las almas. Surge como producto del desarrollo espiritual personal.
Cuando eres uno con el Creador y constántemente afirmas esta union a través de tus pensamientos, sentimientos y acciones, tu capacidad de ser magnético se vuelve una fuerza altamente transformadora e invencible.
Es a través del magnetismo espiritual cultivado, desde donde podemos irradiar nuestro amor para influenciar a muchos y atraer a aquellos que necesitan beneficiarse de nuestros campos energéticas individuales. Ampliando nuestro magnetismo, atraemos hacia nosotros las personas, oportunidades y situaciones adecuadas las cuales reflejan las más altas intenciones de nuestra vida dedicada al servicio.
El magnetismo es otra habilidad evolutiva que ocurre naturalmente al salirnos de las trampas de la limitación humana. Para ser un servidor magnético, el ego humano se conquista y no es más el conductor. Tu Ser Superior es el piloto navegador sentado al frente.
Por el ejemplo, observemos un imán de hierro. Sus componentes átomicos son tan ordenados que el material es capaz de atraer hacia sí otros objetos de hierro. Incluso puede alinearse en un campo magnético exterior. A mayor número de moléculas aliniadas entre sí y orientadas en dirección norte-sur, lo más magnética la barra de hierro será.
Podemos aplicar este mismo principio a nosotros. Cuanto más ordenados y aliniados con los valores divinos, orientados a la interconectividad de la vida, lo más magnéticamente fuertes somos. Es entonces, cuando podemos experimentar el verdadero "estado del ser", la esencia de ser, en vez de cazar o perseguir oportunidades. Las cosas que están destinadas a suceder -que están aliniadas con tu propósito de vida- son atraídas a tí de acuerdo a tú vibración magnética.
Una vez que la absorción se ha llevado a cabo y la personalidad ha sido infundida por el alma, es posible tener acceso a los campos superiores de conciencia y realidades dimensionales.
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