Cualquier religión externa con sus sistemas externos sólo es de importancia secundaria.
Padre Pio
Por Sandra Graciela Gallo Selva
YO SOY Padre Pio.
He venido a ustedes a través de esta mensajera.
Tal vez mi nombre sea desconocido para muchos de ustedes. Yo viví en Europa en el último siglo, y fui un sacerdote de la Iglesia Católica Romana. Me volví famoso, gracias a los dones recibidos de Espíritu Santo, pero la mayoría de la gente me conoció debido a los estigmas que cargué por casi toda mi vida. Multitudes llegaban a las misas que celebraba solo para ver mis estigmas. Yo cargué este peso en mi cuerpo porque, a nivel interno, yo lo tomé para mí mismo. Cargar los estigmas fue un deseo voluntario de mi alma. Habiendo recibido los estigmas, simultáneamente tomé una parte considerable del karma mundial sobre mí.
Pertenecí a la Iglesia Católica Romana toda mi vida y serví a esta iglesia. Después de mi muerte, mucha gente me tomó como un modelo de devoción hacia la Iglesia y obediencia hacia los dogmas y reglas de la Iglesia.
Permanecí todavía en la Iglesia por un largo tiempo, aún después de que fui despojado del derecho de escuchar confesiones de los parroquianos. Era la principal parte de mi servicio. Durante las confesiones, yo tomaba sobre mí una parte del karma de aquellas personas a las que escuchaba para aligerar su carga.
Durante las confesiones también tuve la oportunidad de ver las verdaderas razones de los problemas que las personas encaraban en su vida, y les podía dar los exhortos necesarios para sus almas.
Mientras que escuchaba las confesiones, no sólo hablaba con la persona que confesaba, también hablaba con su alma y trataba de hacer lo mejor para aligerar la carga que pesaba sobre él como el karma de sus acciones pasadas, aunque el término karma no es usado en la Iglesia Cristiana occidental.
Sin embargo, yo fui capaz de ver las razones de los sufrimientos del alma y hacía lo mejor para aliviar este dolor y dirigir la mente externa de la gente hacia el camino correcto, permitiendo a sus almas evadir en el futuro las causas de sus dolores.
Mucha gente me puso como un modelo de humildad de la jerarquía de la iglesia. Ciertamente, no dejé a la iglesia durante todos esos largos años, mientras que esperaba de regreso mi derecho a escuchar las confesiones.
No me quedé en la iglesia porque hubiera sucumbido a la injusticia dirigida a mí por las autoridades de la iglesia: no veía ninguna otra forma en la que pudiera servir activamente a la gente, sino por medio de la Iglesia Católica Romana.
Pero ¿cómo podía oponerme a la decisión de las autoridades de la iglesia? ¿Era mi lucha? ¿Debí haber empezado a luchar por mi derecho a servir a la gente? Creí que era justo que Dios tuviera el derecho de tentarme de cualquier forma. Y lo hizo a través de las autoridades de la iglesia. Dios me privó de mi derecho de usar mi don. Fue Dios, no la gente. Ellos sólo ejecutaron Su Voluntad en este caso.
Por lo tanto, la discusión que toma lugar no es acerca de mi humildad y obediencia a las autoridades de la iglesia y a las leyes de la iglesia. Es acerca de mi humildad y obediencia a la Voluntad de Dios.
Dios tiene el derecho de privarnos de todas las cosas a las que estemos apegados, aún si este apego es muy insignificante para probarnos, y nuestra humildad y devoción a Su Voluntad. Sólo existen nuestras interrelaciones con Dios – su interrelación personal con Dios y su interrelación personal con el diablo. Ambos están dentro de ustedes.
Es por esto que no importa a qué religión, grupo religioso o movimiento religioso pertenezcan. Lo principal es su interrelación personal con Dios. Pueden correr de una iglesia a otra, de una religión a otra, pero no encontrarán paz para su alma hasta que entiendan que tanto Dios como el diablo están dentro de ustedes.
Cualquier religión externa con sus sistemas externos sólo es de importancia secundaria. Puede ser de ayuda sólo si les ayuda a resolver sus problemas personales y sus preguntas internas, si les ayuda a resolver la pregunta principal relacionada con sus interrelaciones con Dios.
Y siempre deben recordar que, aparte de servidores genuinos, hay gente en toda iglesia que llega ahí sólo con el propósito de adorar a su ego.
Los servidores genuinos siempre son menos. Pero están en toda iglesia y en toda religión, porque el poder y la influencia de una iglesia están basados sólo en la Luz que portan los santos de esta iglesia y esta religión. Si una iglesia empieza a perseguir a sus santos, está condenada a una muerte lenta, porque pierde la base sobre la que está fundada. Así, pueden buscar nuevas religiones y nuevas personas, ganar conocimiento, pero pueden también permanecer dentro del límite de las religiones tradicionales e iglesias tradicionales.
Esto está determinado no porque pertenezcan externamente a un movimiento correcto o incorrecto, sino por su aspiración interna y la búsqueda de la Verdad dentro de ustedes. Y si sus aspiraciones son sinceras, entonces en cualquier confesión religiosa siempre conocerán gente cuya vibración sea similar a la suya, y recibirán de ellos precisamente aquellas cosas que son las más necesarias para la evolución de su alma, en ese momento.
La probabilidad de encontrarse enseñanzas y sectas religiosas falsas fuera de los límites de la religión oficial es igual a la probabilidad de encontrarse intérpretes religiosos falsos dentro de religiones antiguas de valor comprobado. Es con sus vibraciones y energías que atraen situaciones de la vida que se convierten de hecho en pruebas en su camino y de las cuales deben salir con honor.
Así, no se esfuercen en buscar a Dios fuera de ustedes. Traten de establecer relación con Dios dentro de ustedes. Y ciertamente encontrarán una persona, no importa si está ordenado o no, que les dará el conocimiento necesario en su camino. Aprendan a escuchar a su corazón, aprendan a identificar a los numerosos lobos con piel de oveja, buscando una oportunidad de tomar posesión de su alma, tanto dentro de las confesiones tradicionales como fuera de ellas. Pero no hay garantía de que la persona que encontrarán en su camino fuera de los límites de la iglesia oficial les dará todas las cosas que necesitan.
Ustedes entran precisamente en aquellas situaciones de vida que atraen a sí mismos con sus vibraciones. Y si para algunas personas es necesario salir de los límites de la iglesia tradicional, otros sólo necesitan permanecer dentro de su estructura.
No es porque su iglesia sea muy buena, simplemente será mejor para el alma inexperta de tal persona permanecer dentro de las tradiciones de costumbre, permeada del olor a polvo. Esa alma puede enfermarse con el aire fresco y no resistir las pruebas. No hay, y no puede haber ningún consejo en común para todos.
Cada hombre está en su propio nivel de desarrollo evolutivo. Así, lo que es bueno para uno simplemente puede ser fatal para otro.
Me gustaría darles otros consejos para concluir. Nunca se apuren en tomar para sí mismos cualquier responsabilidad relacionada con cuestiones financieras en ninguna organización. Nunca firmen ningún documento externo o ningún acuerdo. Su relación con Dios no puede ser basada en ninguna responsabilidad externa que los ate hacia alguna iglesia u organización. Ustedes y sólo ustedes pueden decidir cuánto dinero o qué propiedad pueden sacrificar a cualquier organización o iglesia. Ninguna de las organizaciones en el plano físico puede hacerlos tomar responsabilidades financieras para su manutención. Para encontrar su camino a Dios no necesitan pertenecer a ninguna organización externa. Probablemente puedan necesitar una organización externa si quieren seguir en la vida los principios directivos Divinos, de acuerdo con la ley del país en el que viven. De todas formas, no es obligatorio que la organización sea religiosa. Esta puede ser cualquier organización que tenga la intención de introducir los principios directivos Divinos en cualquier esfera de su vida: criar hijos, cuidar a los ancianos y personas sin hogar, salud pública y servicios médicos, educación y hasta en la empresa.
La vida es muy variada, y cada esfera de la actividad humana necesita estar basada en los principios Divinos más altos, no en los principios del lucro. Depende sólo de ustedes qué principios seguirán en la vida, mientras crean estas organizaciones. Y, a veces, si son capaces de construir una organización y llevarla de acuerdo a los principios Divinos más altos, serán de mucho más beneficio que si dedican su vida entera a orar en un monasterio. Una oración a través de acciones siempre ha sido y siempre será una de las formas más elevadas de orar.
YO SOY Padre Pio
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