Cada instante es el único instante, cada segundo es ahora, sin nada antes ni después, limpio de tiempo, desnudo de fluctuaciones, simple, sincero, puro...
Presencia, paz
Inclínate ante este momento, escucha el silencio que envuelve cada instante de presencia.
Reverencia este instante porque la vida habla en
él, habla desde la conciencia, desde la sensación de ser, desde el
espacio que habitas y observas con la mirada atenta.
Cada instante es el
único instante, cada segundo es ahora, sin nada antes ni después,
limpio de tiempo, desnudo de fluctuaciones, simple, sincero, puro...
Así
es este instante santo de presencia ante el que te inclinas y
reverencias... Siempre te inclinas ante ti mismo y reverencias a tu
propio corazón.
El silencio es el incienso purificador, la fragancia
sanadora, el bálsamo que nos retorna a la inocencia eterna, a la sonrisa
sin motivo, a la gracia enamorada. Sin una meta a la que llegar, pues
el ser está siempre y es contigo ahora.
Y ahora, descansas en la paz.
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