LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA: LES LLAMO ANTE LA URGENCIA DE LA PREPARACIÓN ESPIRITUAL DE CADA UNO. ESTA GENERACIÓN PROBARÁ EL CÁLIZ AMARGO DE LA PURIFICACIÓN.
MENSAJE DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
A SU HIJA AMADA LUZ DE MARÍA
Amados hijos de Mi Corazón Inmaculado, les bendigo.
Dichoso aquel que ha creído.
Dichoso aquel que obedece la voz de su Pastor.
Dichoso aquel que ama a sus hermanos.
Dichoso aquel que no se engrandece a sí mismo.
Dichoso aquel que mira a Mi Hijo en su hermano.
Dichoso aquel que no se llama a sí mismo: elegido.
Dichoso aquel que se da con amor a sus hermanos.
Dichoso aquel que ama y perdona, perdona y ama.
Dichoso aquel que cumple Los Mandamientos de la Ley de Dios.
Dichoso aquel que cada instante de su existir lo dedica al servicio de Mi Hijo.
Dichoso aquel que protege su alma, que sujeta su yo humano y se acerca a la fusión permanente con su espíritu bendecido por el Espíritu Divino.
Dichoso aquel que no es como el mercader a las afueras del Templo.
Dichoso aquel que respeta el pensamiento de sus hermanos cuando este difiere del suyo.
Dichoso aquel que mantiene la correcta Sabiduría para corregir con amor fraterno a sus hermanos.
Dichoso aquel que no cree tener siempre la razón en todo.
Dichoso aquel que sabe guardar silencio en lo secreto de su corazón.
Dichoso aquel que domina su lengua y no permite que esta hiera a su hermano.
Dichoso aquel que no obliga al hermano a fusionarse con la Divinidad, sino que con Amor Divino le toma la mano y le conduce presuroso, pero con paciencia.
Dichoso aquel que ha comprendido que el instante no es instante y que cada día terreno es un acercarse más al cumplimiento de las Profecías.
Dichoso aquel que da todo por seguir a Mi Hijo.
Dichoso aquel que es prudente.
Dichoso aquel que domina su ego humano y no lastima a su prójimo.
Dichoso aquel que ha abierto su corazón al Amor Divino y por ende, ama a sus hermanos en espíritu y verdad.
He derramado Mis Lágrimas, amados hijos de Mi Corazón Inmaculado, Mis Lágrimas de Sangre, pues recorriendo la Tierra perennemente, he recogido la sangre de inocentes y de cantidad de mártires de esta generación.
He derramado Mis Lágrimas de Sangre por aquellos hijos Míos que han sido, son y serán víctimas del maltrato de algunos de Mis hijos predilectos, a los cuales les suplico cumplir sus votos y orar para que el enemigo no les venza. Ustedes, por ser hijos predilectos, son constantemente acechados por cantidad de demonios, por ello deben permanecer fortalecidos y vivir en espíritu y verdad ese instante tan sublime de la Consagración. En ustedes, en sus manos mantienen y son testigos del Gran Milagro de la Transubstanciación.
He derramado Mis Lágrimas de Sangre por aquellos que de alguna forma desean poseer dominio sobre sus hermanos y les intimidan con perder la Vida Eterna.
Amados hijos de Mi Corazón Inmaculado:
Mi Hijo es libertad, pero bien saben ustedes que el libre albedrío del hombre tiende a separarse de Mi Hijo en este instante en que el mal acecha al hombre por todos los costados posibles. El mal es tan sutil que para ustedes puede pasar desapercibido, por ello deben permanecer unidos al Espíritu Santo suplicando discernimiento en cada paso que den, en cada acción, en cada obrar y más aún en cada palabra que salga de la boca de ustedes.
Mi Maternidad no concluyó al pie de la Cruz al recibirles a ustedes, sino ahí inició, y no concluirá hasta que les presente ante Mi Hijo amado. Por ello Mi Palabra, que es Voluntad Divina, no se detendrá para que el Pueblo de Mi Hijo tenga conciencia de cuál es la Voluntad Divina, no camine a la deriva y no dé pasos en falso.
Amados hijos de Mi Corazón Inmaculado:
NO CREAN QUE POR SER FIELES Y PERMANECER EN UN CONTINUO ESFUERZO PARA SER OBEDIENTES Y CUMPLIDORES DE LA VOLUNTAD DEL PADRE SERÁN EXENTOS DE LOS ACONTECIMIENTOS VENIDEROS.
A lo largo de todas Mis Apariciones he revelado a la Humanidad, en cada una de ellas, lo que enfrentarán precisamente en esta generación, en la que pueden distinguir con claridad todas las Señales que les mencioné como condición para que se cumplieran Mis Revelaciones.
Son un Pueblo desobediente, no creen, desean constantemente poner el dedo en la llaga para creer, razonan tanto, extremadamente, que en ocasiones se creen superiores para juzgar a sus hermanos. ESO NO ES CORRECTO, PUES NINGUNO DE MIS HIJOS DEBE JUZGAR A SU HERMANO.
La Misericordia Divina no conoce límites y no por ello, no existe la Justicia Divina, pues el que no es verdadero, el que no se esfuerza, el que no cumple Los Mandamientos, el que no tiene caridad, el que no es humilde, el que no lo da todo por seguir a Mi Hijo, ese recibirá su paga y no será la misma que la paga que recibió el que se arrepiente consciente y con firme propósito de no volver a pecar. Viven un instante demasiado serio para que continúen tomando a la ligera los Llamados del Cielo.
ESTA GENERACIÓN PROBARÁ EL CÁLIZ AMARGO DE LA PURIFICACIÓN.
La Tierra misma se encuentra en constante evolución y en su proceso de evolución no resiste más tanto pecado del ser humano, y por ello se estremece y se estremecerá con gran fuerza.
Les miré con regocijo participar del Eclipse y así deseo que piensen, que analicen, ya que la alegría de servir a Mi Hijo la miro eclipsada constantemente, pues priorizan lo del mundo y postergan los Pedidos de Mi Hijo.
LLAMO A TODA LA HUMANIDAD A QUITARSE LA VENDA DE LOS OJOS, A QUE MIREN LA REALIDAD DE LOS ACONTECIMIENTOS, a que se enteren y se den plena cuenta del pecado que sobreabunda en la Tierra.
LES LLAMO ANTE LA URGENCIA DE LA PREPARACIÓN ESPIRITUAL DE CADA UNO, pues como Madre no deseo que el Aviso (1) les tome sin haberse arrepentido por el mal proceder, sin haberse reconocido pecadores. El dolor del alma en el Aviso será inimaginable porque nada de lo que ha cometido quedará oculto. Me duelo porque aún con este acto de Misericordia Divina y oportunidad para la Salvación del género humano, algunos se rebelarán y serán perseguidores de Mis hijos.
Esa algarabía que algunos viven, esa necedad que algunos mantienen, esa indiferencia, esa desobediencia en la que algunos de Mis hijos viven perennemente, les atravesará el corazón de dolor, pues cuando deseen alejarse de los tentáculos del mal, no podrán alejarse, porque les tendrán ya atrapados en ellos y lucharán con más fuerza para que sus almas no pertenezcan a Mi Hijo y para que la conciencia se anule y no sientan la necesidad de buscar a Mi Hijo. Como Madre, Me duelo por ello…
Hijos Míos, oren por Italia. Italia va a padecer grandemente. Italia será invadida y su corazón recibirá la fuerza del odio y de los que desprecian a Mi Hijo y de los que no Me aman. (2)
Oren, hijos Míos, oren por España. España será fuertemente abatida, padecerá hasta el hartazgo y su territorio será saqueado.
Oren, hijos Míos por Estados Unidos. El país del águila padecerá. La libertad que figura con su antorcha en la mano será derribada por quienes entrarán en su territorio. Su suelo se estremecerá como se estremecerá la mayor parte de la Tierra, pues pocos serán los días en que algún país no reciba la fuerza del estremecerse de la tierra. (3)
Oren hijos Míos, oren unos por otros, pues llegará el instante en que ninguno se sentirá seguro en su país, por ello les he llamado a la unión para que se protejan unos a otros.
Oren, hijos Míos por Argentina, será sorprendida por creaturas de su misma patria y este país de Mi Corazón, perderá la paz por un corto tiempo, pues quienes se esconden en la oscuridad, saldrán a la luz. (4)
Hijos de Mi Corazón Inmaculado:
Tienen que retomar el Camino de Mi Hijo…
Tienen que luchar contra los bajos instintos, contra el egoísmo con que se mueven constantemente…
Vuelvan a Mi Hijo, vuelvan a Mi Hijo, es necesario, pues de las palabras y amenazas, las potencias pasarán a la guerra.
YO COMO MADRE DE LA HUMANIDAD LES ALERTO Y LES ASEGURO MI PROTECCIÓN PARA QUE SUS ALMAS NO SE PIERDAN SI USTEDES CUMPLEN LA VOLUNTAD DIVINA.
SEAN DÓCILES A MIS LLAMADOS, NO SEAN NECIOS, SEAN DÓCILES.
Les bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Mamá María.
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